lunes, 16 de junio de 2008

Tendencias

Quieran las encuestas
liberarnos de
lo que ya sabemos
De lo que
no podemos decir
pero sabemos
De lo que
no soportaríamos escuchar
pero sabemos


(Septiembre, 2000)


Entender Argentina se parece a un cuento sin fin, a un manjar sin terminar, a una ducha de temperaturas cambiantes e inciertas...

Estoy seguro que en este presente, ninguna metáfora es feliz. Ni siquiera el humor, como una bofetada recurrente e inútil, nos quita esta dolencia de malos días, unos tras otros, hasta convertirnos en algo que nadie se atreve ni siquiera a predecir.

En este contexto, el Bicentenario parece un chiste de mal gusto.

1 comentario:

Marcelo Escobal dijo...

Me recuerdo en los '80, con el control remoto del VCR, pasando para atrás y para adelante "La República Perdida", en un intento por entender la lógica de la política argentina. Todavía sigo sin entender, aunque me ayudó más escuchar a la Bersuit que leer libros de historia. Tienen una forma caóticamente peculiar de transitar la historia, pero no por eso peor que los demás (no se que prefiero, si un país caliente y errático o uno frío e hipócrita). Ya se que es mejor ser rico, lindo y sano, pero la argentinidad, hay que admitirlo, tiene los suyo.