miércoles, 2 de mayo de 2007

Debí desconsolarme...

Debí desconsolarme
tan temprano
Todo se transformó
en una fábula
tan pronto
Que negocié
con mi maldad
como si fuera
Y me quedé esperando

tu rechazo que no vino

(13-04-2000)


Una de las cosas maravillosas que tiene la poesía es que cambia con uno. Quiero decir, uno la lee de acuerdo a donde está situado ahora. En este caso, cuando lo escribí, pensaba que la que hablaba era Mamá (ella está ahí, de éso no hay duda). Hoy pienso que el que habla soy Yo. Ustedes qué opinan? Qué les sugiere?

2 comentarios:

Mariana Porta dijo...

A mi me parece que para describirlo tan bien hay que haberlo vivido.
IALEI

Saludos, Terrícolas dijo...

Si, es exactamente así.