miércoles, 13 de junio de 2007

Júpiter

Puedo entender al desamparo
como un castillo
de naipes de arena

Soportado
por un hilo de seda
del gusano más tenue

Mientras sopla
la tormenta más irracional
que imaginemos

En un mundo
como Júpiter, no el nuestro
no apacible

Así es el desamparo
Aunque sólo te roce
Aunque sólo te toque
con un grano de brisa
de una carta de arena

Así es mi desamparo
Como una lluvia tenue
de gusanos
Como una vida pupa
Al amparo de
un destierro permanente


(10-08-2005)


Qué fascinante Júpiter. Un conjunto planetario en escala, un sistema solar que estuvo a punto, pero al que le faltó el último aliento, diría Arthur Clarke. Júpiter es una fabulosa nube de gas, sometida a presiones descomunales, cuyas tormentas -cuya mancha roja!- son una ventana al apocalipsis. Tiene satélites para todos los gustos, y dicen que su nucleo es el diamante más inmenso que una mente codiciosa pudiera desear.

A qué venía todo esto? Ah sí, mi desamparo, siempre al amparo del lado oscuro de la luna.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de mis canciones favoritas, que me vino a la cabeza de inmediato:


Como una gota fui de la marea
la playa me hizo grano de la arena.

Fui punto en multitud por donde fui
nadie me detectó y así aprendí.

Cuando creí colmada la tarea
volví mi corazón a Casiopea.

Cumplí celosamente nuestro plan:
por un millón de años esperar.

Hoy llevo el doble dando coordenadas
pero nadie contesta mi llamada.

¿Qué puede haber pasado a mi señal?
¿Será que me he quedado sin hogar?.

Hoy sobrevivo apenas a mi suerte
lejano de mi estrella de mi gente.

El trance me ha mostrado otra lección:
el mundo propio siempre es el mejor.

Me voy debilitando lentamente
Quizás ya no sea yo cuando me encuentren.

Júpiter y Casiopea me fascinan!

Mariana Porta dijo...

Me encanta el ritmo que tiene este poema. Esta bueno leerlo en voz alta.