martes, 24 de abril de 2007

Los mejores negocios

Nadie construye muros de algodón
como yo los construyo
salpicados de húmeros de incienso
y atriles de nácar labrados en opalina

Como no se sostienen por sí mismos
les busco marcos rústicos
los cuelgo contra el cielo
con bellas filigranas
y necesidades anidadas
y fragmentos de celuloide mudo

No sé por qué los quiero
No tienen ningún fin
No abundan en destrezas
Ni les he encontrado utilidad

Pero hago acopio de ellos
Soy quien mejor los hace
Algún día, alguien necesitará

Y yo tendré

(..-..-2000)



¿Alguna vez se preguntaron cuál es su papel en el magnificente plan del Universo? Yo también.

Y así como no todos los hombres están destinados a llegar hasta las últimas consecuencias, son aún más extraordinarios los que saben a ciencia cierta que lo suyo es saltar ése charco, en ése instante, en ése sitio.

Brindo por ellos.

2 comentarios:

Mariana Porta dijo...

Me encantó también. Me gusta además como suena, y eso, a mi criterio, es muy importante para un poema.Tiene algo muy fino y sutil.
ialei

Marcelo Escobal dijo...

Una definición impresionante de eso que se llama "un lugar en el mundo" o "el propósito" al que hacen referencia continuamente en Matrix los pedazos de software consciente.
Excelente.