Los mimos están vivos.
Andan por el bosque
y las frondas
hasta posarse,
como detalles inquietos
de un fuego
que no consume porque sí.
Estar atentos
aquí en el bosque:
donde hallan el claro,
allí pernoctan;
donde la luna negra
vale más que mil diamantes
y el vidrio se corta
con una mirada;
detrás la existencia se parte
en un aullido existencial,
fortificando las fisuras
que permiten a lo entero
sentirse unidad,
y no sólo una molécula inasible
de esta espesura
que todo lo abarca y debilita,
pero que lejos está
de comprender o de sentir.
Para este bosque sin reflejos
una luz de entrañas,
y en el espinazo de su noche
la descontractura casi total.
¿No la oyen?
(10-01-1990)
Me topé con esta serie de poemas que hoy comienzo, escritos durante un viaje antológico al sur, en el que además nos pusimos de novios con mi mujer; o sea, en el que literalmente comenzó la vida como hoy la conozco.
Este poema particularmente habla de la noche durante la travesía del Paso de las Nubes, un camino de ensueño -aunque algunos bien pueden recordarlo como Vietnam- entre montañas, lagos, mallines y glaciares. Aquella noche llovía, estábamos cansados por la subida previa al Tronador, nos sentíamos perdidos, y hambrientos, y esperanzados, y unidos. Le agrego mi mirada interior al momento de sozobra general, pero de excitación particular.
Quien lo ha hecho, no lo olvida. Y adicionalmente, si lo han hecho con la mujer de su vida cuando todavía no lo era pero lo estaba siendo, el panorama se completa con varias notas arriba :)
domingo, 7 de octubre de 2007
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4 comentarios:
Un placer leerte. Espero visitarte más veces. Sabes? A mi tb me gusta la comunicación por carta, pero, más que los mails, me refiero a las cartas que llegan por vía ordinaria, por el servicio de correos...mirar el buzón de casa, esa desazón que produce la espera, a la vez placer y tortura, abrir, leer, soñar...
Que buen clima crea el poema. Una tensión misteriosa, una expectativa,un bienestar lleno de magia. ... Lo lograste nuevamente.
Hermoso volver a revivir aquel viaje en tus poemas amigo.
Siempre te leo.
Gracias, gracias, gracias! Es gratificante recibir algún feedback; los que publicamos tenemos noción de que nos leen, pero pocas veces conocemos o reconocemos lo que produce en los demás. Son siempre bienvenidas, por supuesto.
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